Del libro "La construcción de la realidad" de Jacobo Grinberg:
"La relación padre-hijo o madre-hijo, sólo es productiva cuando ambos miembros son capaces de aprender uno del otro. Esto se produce en el momento en que la estructura de ser padre o madre se logra desechar, quedando aquello que es esencial y es propio. Un hijo nunca debe ser un objeto de uso ni tampoco un satisfactor de necesidades. Es un hermano y compañero que enseña y aprende, y es, por tanto, digno de mayor respeto y admiración. El deseo de hacer del hijo lo mismo que el padre o la madre, es sólo una huida ante la propia inseguridad. Es el deseo de establecer un acuerdo y de fincar una estructura. Quien no sea capaz de aprender de un niño, no debería tener hijos".
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